Planificación fiscal

Es el uso adecuado de estrategias que permitan reducir, eliminar y diferir la carga tributaria del contribuyente, operando siempre dentro de los límites legales establecidos. De este modo, el contribuyente cumplirá adecuadamente las obligaciones legales, dejará las pruebas documentales necesarias para el futuro, protegerá sus activos y reducirá sus riesgos.

Esto permite una adecuada gestión de los recursos, apoyando los fundamentos de una adecuada planificación financiera, asegurando la financiación de las inversiones a través del alivio tributario, minimizando el riesgo y protegiendo los activos propios y los bienes de la empresa a través de una adecuada gestión con planificación simultánea. Esto permite identificar las áreas de oportunidades y los puntos débiles de la organización cuando se realiza un análisis de la situación actual de la empresa.

La planificación tributaria no es una actividad correctiva, es un conjunto de estrategias preventivas que tendrán un efecto a mediano y largo plazo, aunque debe aplicarse lo antes posible. La protección tributaria es un mecanismo necesario para presentar un recurso en caso de que ya se haya iniciado o se vaya a iniciar una sanción por parte de un organismo fiscal.

No, la planificación tributaria no es ilegal, es la aplicación adecuada de los principios establecidos por la ley para lograr el cumplimiento mediante la optimización de los recursos. Y no debe entenderse como una evasión de impuestos.